Bar Les Glycines

De todos los restaurantes y bares que hemos visto o probado este nos recuerda mucho a las terracitas que hay en España.
Sombra que se agradece. Sillas con sombrillas. Cervecita de barril y un poco de humo, sin exagerar.
Este restaurante está situado en el centro del pueblo y para nosotros es un mirador.
El dueño nos pregunta si queremos comer algo, pero estamos llenos pues hace veinte minutos que engullimos literalmente nuestra comida.
En la mesa de al lado una pareja de ancianos come y juega a las cartas. Se acerca un niño y su mamá a conversar con ellos. Nosotros de momento seguimos viendo lo que ocurre tomándonos una cervecita.