Anushka
Una de las paradas obligatorias del...
Una de las paradas obligatorias del Camino de Santiago (para mí, la más entretenida)es el bar de Sinín, la Torre.
El sitio es bastante de batalla, sencillo, como lo quieras llamar, pero Sinín es la leche.
Para empezar es el único bar que encontramos abierto en noviembre (abre todo el año) después de un largo tramo de camino por la ancha estepa castellana; al pasar por el desértico Burgo Ranero ni un alma nos cruzamos, el único bar que vemos en la calle principal está cerrado, así que con el frío que ya casca a estas alturas y las ganas de una paradiña nos lanzamos a ver a Sinín, este agradable individuo con el que echamos un igual de agradable ratico.
Nos cuenta que lleva ya 9 años de vuelta en la que es su casa, la misma donde nació, en la cocina que hay en la parte de atrás del bar; pero hace solo 3 que sabe porqué está ahí, un hombre que ha vivido un poco de todo,con una buena vida a veces y otras no tanto, ahora, como muchos otros de los que se dedican al Camino, sabe que eso es lo que quiere, vivir en un sitio tranquilo, conociendo gente día a día,dando y recibiendo a todo el que quiera hacer aquí un alto en el Camino.
Las paredes, la fachada y todo el bar en general, rebosan experiencias de gente de todo el mundo que decidió hacer aquí un alto en su Camino y disfrutaron de un rato en compañía del entrañable Sinín.
Aunque el sitio es muy sencillo es famoso por sus buenas tortillas de patata, y la comida además es barata (los platos combinados 5-6€) y de noche te puedes tomar una copita tranquila conociendo peregrinos de todo el mundo.
Las paredes, la fachada y todo el bar en general, rebosan experiencias de gente de todo el mundo que decidió hacer aquí un alto en su Camino y disfrutaron de un rato en compañía del entrañable Sinín.
Aunque el sitio es muy sencillo es famoso por sus buenas tortillas de patata, y la comida además es barata (los platos combinados 5-6€) y de noche te puedes tomar una copita tranquila conociendo peregrinos de todo el mundo.
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