Comida y Bebida básicamente buena
Este local no fue fácil de encontrar, me lo comento un amigo "tienes que pasar por un local que he descubierto" y como se que tiene buen criterio me animé con unos amiguetes a visitarlo. Lo primero que nos encontramos con una fachada llena de los reflejos que nos íbamos a encontrar dentro. Lo primera sorpresa fue la amplia gama de cervezas de importación, me tomé una Paulaner bien tirada y el resto pidió un cubo de los que está de moda por todos lados pero aquí son cervezas de importación. Me animé a pedir la carta de vinos y depués de ver las casi 100 referencias me aconsejaron con un vino que no es fácil de encontrar en Madrid,nos atrevimos con un maceración carbónica que nos explicaron como se realiza y lo maridamos con "crujiente de morcilla y manzana con suave salsa de pimientos del piquillo" todo un acierto y una "ensalada de brotes tiernos con lascas de foie fresco y vinagreta de higos y orejones al PX" excelente elección. Vamos que salimos encantados con lo que probamos y con el servicio cercano y amable. Estoy seguro que pronto volveré a degustar otros tantos platos como caldos.
