ANADEL
Recomiendo fervientemente hacer una visita guiada por el interior de la estación
Se ve poco, el hall en rehabilitación, y un túnel alicatado hasta el techo, pero las historias son alucinantes, tanto de la propia estación como del entorno inmediato.
Enfrente habían espías en la segunda guerra mundial, e historias de película, como en las inmediaciones de este hotel clásico al que paramos para entrar en calor.
Tiene el premio de 2016 a la mejor tapa, ostra con foie y migas de pastor, ahí queda eso, pero lo que tomamos fue un café caliente porque la vitrina estaba muyy triste, como el cansado camarero que nos sirvió.
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