Cristina E Lozano
Auténtico no, lo siguiente
El bar de Candín es uno de esos lugares que ha sabido mantener intacta su personalidad a pesar del avance del tiempo. Parece que los años no han pasado por él, me atrevería decir que está prácticamente igual que cuando se abrió. Es un lugar sencillo, único, toda la vida.
En su interior no se sirven moderneces ni cócteles de colores, café con leche para unos, Cola Cao bien caliente para otros, así como otras bebidas de ahora y siempre. Además hace las veces de 'Corte Inglés' del pueblo. Echa un ojo a las estanterías que se encuentran a la izquierda de la barra para comprobarlo. Tienen todo lo necesario para sobrevivir y, además, a la venta miel casera.
Pero lo mejor es la caja registradora que funciona sin electricidad. Adorable. Si pasas por aquí no dejes de tomarte algo, ya sea en barra o sentado en las mesas de su interior. Sus ganas de sobrevivir lo merecen.
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