Bar Cafetería Naútico

La verdad es que aprovechando uno de los pocos días de verdadero calor en Gijón, que mejor que tomar algo refrescante mirando al mar.

Caminando por el Paseo del Litoral de San Lorenzo, se encuentra el Café-Bar Naútico con una fantástica terraza donde poder degustar cualquiera de sus cócteles con alcohol, sin alcohol, cafés, tés, batidos o granizados, entre sus bebidas más destacables.

El local Naútico se define así mismo como: Bar, cafetería, chill-out music, cócteles y relax, por lo menos es lo que venía tanto en la carta de consumiciones del local como en el ticket que nos dieron con las bebidas.

Pedimos unos cuantos refrescos. Uno fue un café. En el primer sorbo sale un papel de dentro de la taza. Le enseñamos al camarero como nuestro envase de azúcar estaba completo con los dos trozos que teníamos en el plato- No lo bebimos.

El camarero después de un buen rato dice que nos lo puede cambiar. Como la limpieza dejaba que desear decidimos que no. Pero en el ticket nos lo cobraron pese a decirles que no había derecho a cobrarlo.

No se si les dio mucha ganancia el café, sé la pérdida que les ha ocasionado. No volvimos a lo largo de las vacaciones ni volveremos. Gracias.

-Me llano José Manuel Álvarez Delgado y tengo 61 años, pues bien, soy una persona a la que los lugares con mucha gente le agobian. Cuando salgo algún sábado a tomarme unas copas, el bar del Nautico, me viene bien, porque sobre las doce de la noche, el bar esta prácticamente vacio.
-Sin embargo, y no se porqué motivo, los trabajadores de dicho local, no les apetece servirme, se hacen los remolones, pasan delante de mi sin estar ocupados con otros clientes, etc. Debo de decir, que nunca tuve problemas en ningún bar, soy gijonés de toda la vida y viviendo la noche de Gijón, desde hace casi cuarenta años. Si el mencionado local, está destinado a una clientela de cierta edad, pues que lo digan.

Lunes 14 de septiembre a las 16h fui víctima de un trato irrespetuoso y maleducado por el camarero que me atendió, impropio de un establecimiento hostelero.
Por supuesto me fui sin pedir consumición y si de mí depende ninguna de mis amistades osaran acercarse a ese lugar.
Leo que hay otras opiniones similares de días atrás por lo que ya dudo si el verdadero culpable no será el titular del negocio por mantener empleados a pesar de las citadas quejas.
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Paseando por el paseo marítimo para bajar la comida, nos apeteció tomar un refresco y un café, hechos que se realizaron sin problema. Pagamos el importe que nos indicó el camarero y al pedir el ticket de las consumiciones el camarero prácticamente nos lo tiro a la cara con gesto chulesco. Si queréis ir a tomar algo y os apetece este lugar, os recomiendo ir con pinturas de guerra que igual las necesitáis

El lugar está bien pero los empleados tienen una actitud chulesca, mal educados y encima se encaran con los clientes.