ANADEL
Se agradece encontrarte con gente como esta
No pude dejar de marcharme corriendo para ver hacerse de noche en ese casco antiguo imperdible de Zamora, puerta con puerta está el hotel Ares que era nuestro recomendable alojamiento en la ciudad, pero donde no hay servicio de restaurante, y tras una tarde-noche de trípode y fotos por la ciudad poco encontré para cenar.
Recalé a última hora en este añejo bar donde una encantadora señora a punto de cerrar su negocio, no pudo dejar de prepararme un increíble bocata de lomo.
Se agradece encontrarte con gente como esta en los viajes, es otro aliciente más de salir fuera de casa.