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Baptisterio de San Juan

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5 opiniones sobre Baptisterio de San Juan

Testigo de la historia religiosa

Un amigo mío me dio un tour por la ciudad de Poitiers, y me llevó a este pequeño edificio situado cerca de la catedral si no estoy mal.

Primero me llamaron la atención unas caras esculpidas, pura "comedia del arte", que ornamentan parte del tejado. No supo decirme mi amigo qué hacían aquí estas caritas felices o tristes... (si alguien sabe que me avise, me da mucha curiosidad!).

Lo que me impresionó después fue lo que aprendí del lugar: Fue construido en el siglo V!!! Aunque el edificio actual no es el original, sino que se ha ido transformando a lo largo de los siglos. Como su nombre lo indica es un lugar de bautizo, uno de los bautisterios más antiguos de Francia, y dentro está una enorme pila (por decirlo así), que pareciera más bañera.


Cobran la entrada (un par de euros), pero yo llegué a la hora del cierre así que sólo pude echar un vistazo rápido y gratis por las puertas entreabiertas... Si entran no duden en avisarnos de si vale la pena la visita de este pequeño edifcio!
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el testimonio más antiguo del s. IV

El baptisterio de St. Jean en Poitiers, levantado en el IV, se considera como el testimonio más antiguo de la arquitectura cristiana en Francia. Originalmente se componía de dos salas rectangulares, una sala bautismal y el nártex. Durante los 17 siglos que pesan sobre las columnas, ha sufrido mucho con el paso del tiempo, pero sus muros siguen desprendiendo historia.

En el interior, el baptisterio de St. Jean alberga un importante lapidarium, en concreto, una preciosa colección de sarcófagos merovingios muy recomendable. En el centro del edificio aparece la pila bautismal octogonal, alimentada por un acueducto del que aún pueden verse los restos a través de una de las vidrieras, que se empleaba para llevar a cabo bautismos de inmersión.


Los frescos pintados en el ábside y en sus gruesas y húmedas paredes son el reflejo de la vida intensa de sus pobladores durante siglos. Una obra maestra policromada que sigue mostrando al turista los entresijos de la vida cotidiana y clandestina de los cristianos. El edificio fue reformado en la Alta Edad Media. En las noches de verano se proyectan los frescos de su interior para el deleite del público. Un bonito espectáculo difícil de olvidar.
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Excelente
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