La ciudad sobre siete colinas
La "Roma de Franconia". que es como se conoce a esta ciudad imperial con casi un milenio de existencia, es una ciudad muy bien conservada, con zonas medievales y otros barrios más barrocos.
Es también una de las ciudades de paso del Camino de Santiago en Alemania, que está señalizado y además tiene una iglesia de San Jacobo con el sello para los peregrinos.
Imprescindible en la visita a Bamberg es la catedral de San Pedro y San Gregorio, una de las catedrales imperiales que destaca por estar construida en una colina, y con sus cuatro torres domina las vistas del del casco histórico.
Dentro de la catedral está el Jinete de Bamberg, una escultura muy famosa aunque sencilla y sobria, y son muy visitados los sepulcro del papa Clemente II y las tumbas del emperador Enrique II y su esposa Cunegunda.
En la plaza de la catedral también están las enormes Nueva Residencia y lResidencia antigua, de estilo barroco, que estaban en restauración durante mi visita, con las fachadas completamente tapadas por lonas, pero su interior, de gran riqueza ornamental, se puede visitar para ver cómo vivían los obispos en la época imperial, muy unidos al poder secular.
Hay que visitar también los barrios de los artesanos, como el de los curtidores junto al Antiguo Canal, el de los pescadores, llamado la Pequeña Venecia, y el de los molineros.
En un terreno más gastronómico, no puedes irte de Bamberg sin probar su cerveza Rauchbier o ahumada, de un sabor muy peculiar que a mi me gustó bastante.