Llegamos a éste lugar sin conocer mucho ...
Llegamos a éste lugar sin conocer mucho sobre él, y la sorpresa fue magnífica. Una ciudad tranquila, prolija, con mucho bienestar y paz.
La gente super amable, todos los parques y jardines florecidos, encima es otoño en Septiembre y el contraste de los marrones, amarillos y verdes es sorpredente. El cuidado de los parques con fuentes de agua, todo invita a la relajación el el buen pasar.
Los restaurantes con una dedicada atención, desde el menú hasta el servicio de mesa muy prolijos y pulcros, así como todo el personal.
En el bed & breakfast nos recibieron con una cordialidad sobresaliente. Habitaciones super amplias, luminosas, confortables por demás, a la altura de un hotel 4 a 5 estrellas sin exagerar, ni que hablar del desayuno, por demás abundante y exquisito.