Merece la pena perderse
Un callejón estrecho entre dos casas de piedra labrada, una imagen idílica con los Pirineos de fondo y una señal identificativa tuvieron la culpa de que encontrara el que ha sido uno de los lugares que más me ha fascinado de la coqueta villa de Mont-Louis.
Mi tremenda curiosidad y un alma observadora, hace que descubra rincones inéditos y lugares que normalmente son descartados.
Si venís por Mont-Louis, seguir la señal que pone "Marie" (ayuntamiento), subir unas escaleras, seguir de frente por una calle que parece sin salida y de verdad "flipareís". El color del atardecer en las montañas más emblemáticas del Pirineo, las murallas fortificadas, la impresionante vegetación, el sonido del aire resoplando a tus espaldas, la sensación de soledad..., y el extraño ayuntamiento de Mont-Louis, que más bien parece una casa de colonias, con la ropa tendida y lleno de salvaje vegetación. Luego caí, que es la parte trasera, no entendí el porqué de la indicación, quizás, como recompensa a los viajeros que saben tomarse la vida sin prisas, quizás..., ya que las vistas son un primer premio.