Avenida de Mayo

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36 fotos de Avenida de Mayo

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Buenos Aires, Argentina Dirección

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8 opiniones sobre Avenida de Mayo

SerViajera

La emblemática Avenida de Mayo, eje del ...

La emblemática Avenida de Mayo, eje del viejo barrio de Monserrat, es uno de los grandes símbolos de Buenos Aires. Inaugurada hace más de 100 años (ya comenté en otro rincón que 100 años para la joven Argentina es muchísimo) y llena de historia, la avenida va desde el Congreso Nacional hasta la Casa Rosada, o casa de gobierno. Flanqueada por espectaculares edificios art-nouveau y neoclásicos, la avenida, que pasó por épocas de gran esplendor y décadas de decadencia, fue en un principio diseñada como un boulevard al mejor estilo parisino. En los flamantes edificios se instalaron familias porteñas adineradas y funcionaron espectaculares hoteles de lujo. Sin embargo, a comienzos del siglo XX la mayor parte de la inmigración española se concentró en los alrededores. Dedicados a los negocios de comestibles, bares y hoteles, la Avenida de Mayo pasó a ser símbolo de España en tierras argentinas. De ahí que todavía sus bares, hoteles y restaurantes más entrañables tengan nombres hispanos.

Lugar elegido para manifestar en contra o a favor del gobierno, la Avenida de Mayo sabe de enormes alegrías y de profundas tristezas. Por allí desfilan sus muertos más queridos y también sus presidentes electos. Son diez preciosas cuadras sombreadas por grandes plátanos. Hay que caminarlas despacio, disfrutando de El Túnel y La Calesita, dos cautivadoras librerías de viejo, de cafés o bares como el Tortoni, el Iberia, 36 Billares y el London City, teatros como el Avenida, donde García Lorca estrenó Bodas de sangre, restaurantes populares con un enorme acento español como el Hispano, y espectaculares palacios como el Barolo y ‘La Inmobiliaria’.

Elisa

La experiencia de la magnífica arquitectura de Buenos Aires

Un paseo por la Avenida de Mayo es la mejor experiencia de la arquitectura antigua y majestuosa del centro de Buenos Aires. Esta elegante avenida lleva el nombre del mes más importante en la historia de Argentina. Fue en mayo de 1810 cuando se sucedieron los acontecimientos que dejaron huellas imborrables en el camino hacia la libertad.

Siempre que visito Buenos Aires, me encanta dar un paseo por la tradicional Avenida de Mayo. Es que se encuentra en un barrio antiguo y bien porteño: el barrio de Monserrat, muy cercano del no menos famoso San Telmo. Camino por lugares que se mantienen bellos a pesar del paso del tiempo. Recorro de alguna manera la historia de Buenos Aires.

La avenida une dos puntos neurálgicos de Buenos Aires: la histórica Plaza de Mayo y la Casa Rosada, con el Congreso Nacional. Es la que transitan los presidentes recién estrenados el día en el que asumen. Bella e imponente, alberga las casas que pertenecieron a familias aristocráticas de Argentina. Les propongo un ejercicio: caminarla mirando hacia arriba. Descubrirán una colección impresionante de cúpulas.

La Avenida de Mayo es una sucesión de edificios magníficos. En el número 825 se levanta el mítico Café Tortoni. Otro de mis favoritos es el maravilloso Chile Hotel, construido también en el siglo XIX, que está ubicado en el número 1297. El Teatro Avenida, que fuera construido por la comunidad española, se erige en el número 1222.
Siempre me detengo a admirar las cúpulas gemelas de otro edificio maravilloso, el de La Inmobiliaria, el que ocupa toda una cuadra, desde el 1400 hasta el 1500. Y mi favorito indiscutible es el Palacio Barolo, el que fue un día el edificio más alto de Argentina y América del Sur. Está ubicado en el número 1370 y lo considero una obra de arte arquitectónica.

La ancha Avenida de Mayo me conduce siempre a las puertas del Palacio del Congreso Nacional, la sede de la Asamblea de Diputados y Senadores de Argentina, rodeado de hermosos jardines. Lo primero que veo al acercarme es la maravillosa fuente. Es, en mi opinión, un monumento de la Argentina, equiparable al Parlamento de Viena, en Austria, que tuve el placer de visitar.

Este paseo rodeado de obras excepcionales de la arquitectura antigua porteña es lo que considero ... una necesidad.