Auto-stop Vangviang-Ban Thieng

Salí por la mañanita dispuesto a hacer auto-stop. El día no pintaba bueno, llovía y hacía sensación de sofoco, por lo caliente del clima, alternativamente. Enseguida paró un tractor con tres ocupantes; con ellos pasé media mañana, detrás en el carromato y bajo una lluvia de escándalo.

Para mi suerte y regocijo, John, un escocés increíble todo-terreno con el que compartí viaje por el sur de Tailandia y abandoné en Bangkok, me encontró. De repente un coche que nos había adelantado paró delante nuestro y nos hizo parar a nosotros; era John con otro amigo inglés que por fín habían dado conmigo después de unos días buscándome (..Que tío!! ).