Caminando por el centro histórico de ...
Caminando por el centro histórico de Braga se puede apreciar la inconfundible arquitectura portuguesa. La mayoría de los edificios, de tan sólo dos o tres plantas de altura, muestran fachadas revestidas con azulejos de diferentes colores y tamaños que le dan un aspecto característico, y grandes ventanales con cuarterones y galerías acristaladas, así como balcones con rejerías de forja. Conviene de vez en cuando echar la vista arriba y fijarse en estos detalles, a mí me parece que es una de las cosas por las que Portugal tiene un encanto "especial".