juan luis garitaonandía adán

Un buen rinconcito

No me gustan los sitios en los que te abordan carta en mano, para que ocupes una mesa. Pero gracias a una de esas ofertas, lo vimos. Estaba en la esquina de la plaça Ribeira, debajo de unos arcos. Sombra y cerveza para un día de calor.

Nos sentamos y al momento nos atiende una chica con una educación poco habitual en zonas de terraza. Declinamos la invitación a cenar, porque eran las 6 de la tarde y pedimos dos cervezas que rápidamente nos sirve en la mesa. Estufas de gas y mantas en los respaldos de las sillas, nos devuelven a la realidad. Los arcos hacen de túnel y una fresca brisa recorre las mesas, pero se está muy a gusto. Junto a nosotros, unos extranjeros de fuera, a los que no les hacía falta ni manta, ni estufa, ni nada.

Buen ambiente, mejor gin-tonic y grandes carcajadas y tod@s en manga corta. No probamos la comida, pero vimos servir un txorizo que se hacía con la llama de una pequeña cazuela de barro, y un plato probablemente de bacalao, con una pinta estupenda.

La ubicación, el aspecto de la comida y la exquisita manera de atender al cliente, hacen de Arcos un sitio absolutamente recomendable.

1/2 litro de buena cerveza, mesa para escribir el diario, estufa, manta y una atención fuera de lo común por 3,15€.