Realmente este sitio es como para...
Realmente este sitio es como para guardarlo en secreto, pero al ser mi primera entrada voy a ser generosa.
Mayo 2013. En un viaje improvisado llegamos a Naxos, una isla muy auténtica entre las Cícladas griegas. La parte sur de la isla conserva su encanto original, con apenas civilización o turismo. Aunque por la parte norte tampoco es raro encontrarte con cabras montesas en medio del camino mientras vas por una carretera que apenas está asfaltada, de pueblecito en pueblecito.
Salimos desde Naxos Ciudad hacia el norte (no sé cómo hicimos para perdernos con las pocas opciones que hay para desviarse) y en algún momento, entre Agia y Apolonas, donde queríamos parar a comer, vimos esta calita de ensueño. Es difícil de visualizar desde la carretera por la rocosidad de la zona, pero como punto de referencia hay una especie de torre en ruinas.
Íbamos por una carretera de montaña, y dejamos el coche ahí mismo para emprender campo a través la ruta a pie en dirección playa. Tuvimos que dar media vuelta varias veces porque era imposible pasar entre matas y chumberas, hasta que descubrimos que había un caminito y todo.
La cala, una pasada. Como en los anuncions. No. ¡Mejor! Gafas de bucear imprescindibles: hay peces, corales, conchas...
Nos quedamos ahí hasta que la sed nos empujó otra vez cuesta arriba (habíamos dejado el agua en el coche de tanta euforia). Además, todavía nos quedaba mucha isla por ver.
Después en Apolonas nos pasaron más cosas increíbles... me lo reservo para la próxima entrada.