Putnam Antiques

A generation ago, it looked like the old mill town of Putnam on the lively Quinebaug River was nearing its demise. Today, it’s a bustling little center where people come from near and far to shop, eat, and enjoy the old-fashioned atmosphere. What happened in between? Antiques. The first antiques dealers appeared in the 1980s, then more arrived, and now over a dozen shops offer, well, pretty much everything. The largest of them, the Antiques Marketplace on Main Street, features hundreds of dealers’ booths spread out over four floors. All of Putnam’s antiques stores are located within easy walking distance of one another. And it’s not just antiques - somehow, this simple, unfussy place keeps sprouting acclaimed restaurants, art galleries, and pleasant walking trails that honor the town’s industrial history. Another factor in Putnam’s charm is its surroundings; drive out of town in any direction and you’ll be instantly calmed by the rolling green fields and farms that earn this area of Connecticut the nickname “the last green valley.”

Una generación atrás, parecía que la antigua ciudad textil de Putnam en la animada Río Quinebaug estaba llegando a su desaparición. Hoy en día, que es un poco bullicioso centro donde la gente viene de todas partes para comprar, comer y disfrutar de la atmósfera de antaño. ¿Qué pasó en el medio? Antigüedades. Los primeros anticuarios aparecieron en la década de 1980, luego llegaron más, y ahora más de una docena de tiendas ofrecen, bueno, casi todo. El más grande de ellos, el mercado de antigüedades en la calle principal, cuenta con cientos de puestos distribuidores repartidos en cuatro plantas. Todas las tiendas de antigüedades de Putnam se encuentran a poca distancia el uno del otro. Y no son sólo las antigüedades - restaurantes de alguna manera, este lugar sencillo, sin pretensiones sigue brotación aclamado, galerías de arte, y senderos para caminar agradables que hacen honor a la historia industrial de la ciudad. Otro factor en el encanto de Putnam es su entorno; conducir fuera de la ciudad en cualquier dirección y se le instantáneamente calmado por los campos verdes rodantes y granjas que obtienen esta zona de Connecticut el apodo de "el último valle verde."