Fusión romano- árabe
La Alcazaba de Mérida es una claro ejemplo de cómo la arquitectura se reinventa y se recicla a lo largo de la historia. Los romanos construyeron junto al puente que cruza el río Guadiana, una de las puertas de la ciudad, a la que dotaron de murallas para protegerse de los posibles enemigos. Cuando cayó el Imperio y Mérida fue conquistada por los musulmanes, éstos reutilizaron esta edificación para crear una fortaleza, que según los historiadores constituye uno de los mejores ejemplos de construcción defensiva del periodo islámico en la Península y la primera en ser levantada.
Construida por Abderramán II en el año 835 d. C. como bastión para controlar la ciudad, que desde el año 805 se había rebelado continuamente contra el dominio emiral es una construcción compleja, que consta de un gran recinto cuadrado de 130 metros de lado capaz de albergar un buen número de tropas. En su interior se encuentran un aljibe, edificio compuesto de una cisterna de agua filtrada desde el Guadiana a la que se accedía con un doble corredor desde el piso bajo de una torre.