Alcañiz

Fue romana, fue árabe, perteneció a la orden de Calatrava, estuvo sitiada por tropas francesas que luego destruyeron la ciudad, fue campo de combate de las guerras carlistas, y en 1938 fue cruelmente bombardeada por aviones italianos aliados de Franco. La heroica ciudad de Alcañiz tiene mucho para contar, sin embargo, ahora, en tiempos de paz, de lo que más se enorgullece la preciosa villa es que desde 1140, un halo romántico la rodea gracias a que aparece citada en el bello Cantar del Mio Cid.
Alcañiz tiene un puñado de edificios maravillosos, pero sin duda, el más impactante es el Castillo de los Calatravos, construido en el siglo XII sobre un peñón que domina a la ciudad y que hoy en día funciona como Parador.

Alcañiz bién podría llamarse, "Alcañizes", porque son dos. Uno, el de la mañana, cuando el sol cae del cielo, como plomo fundido. Entonces el pueblo, se enmascara con el entorno. Resulta difícil distinguir qué pinceladas del cuadro le pertenecen.

Domina el ocre de la tierra castigada, una y mil veces, por el rigor del clima. Casas que se empujan unas a otras en un conjunto hermético, como queriendo imitar al rebaño de ovejas que se aprietan para defenderse tanto del calor de la mañana, como del frío atardecer.

El otro, el del oro fundido, se lo presta el mismo sol, cuando se retira a descansar.

En temporada de carreras de motos se come bien y la gente amable.

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Es una de las visitas obligadas a tu paso por Alcañiz. Es un Castillo impresionante con unas vistas de la ciudad de Alcañiz inmejorables.

Pintoresco lugar. Para descubrir su historia

Y este es el colegio donde yo estudiaba.