Carlos Olmo
Muy buena relación calidad-precio
Los hoteles en Bruselas son bastante caros, inconvenientes de ser la capital de Europa y tener muchos visitantes pudientes. Después de una intensa búsqueda en Internet me decanté por este pequeño hotel que está en el norte de la ciudad, a una media hora caminando de la Grand Place, cerca de la Estación Norte, y muy cerca también del Barrio Rojo de la ciudad, que no es tan turístico como el de Amsterdam pero se deja ver.
La habitación doble me costó 44€ por noche, sin desayuno, y aunque el edificio es viejo, está bien conservado, el personal es muy amable y atento, y la calle es tranquila, con dos o tres restaurantes agradables.
El wifi es gratis y llega a las habitaciones, y la única pega que le veo es que el ascensor no es apto para claustrofóbicos, porque es tan pequeño que no caben dos personas con maletas, y está averiado frecuentemente, si tienes una habitación en las plantas superiores toca patear.
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