Valle de Aísa
Llegar a hasta Aisa es disfrutar de un paisaje único entre montañas. Es invierno, y los árboles cubiertos de nieve, hacen que te quedes sin palabras. El cielo azul por encima de las recortadas cimas, te hace pensar que estás en otro mundo. La primera vista del pueblo es preciosa, con todas las casas de piedra y los tejados de pizarra, y entre ellas, rompiendo la silueta, la pequeña iglesia del pueblo.
La entrada se hace por una cuesta con adosado de piedras, como es lo habitual en todos los pueblos de montaña del Alto Aragon ,y lo primero que te encuentras es el albergue para todos los visitantes que quieren conocer este rincón de la montaña.