E.Sonia Requejo Salces
Dedicado a Amón-Ra y Ra-Harajte
Descendiendo en crucero hacia el lago Nasser, a unos 280 km de la frontera con Sudán se encuentran, trasladados esta obra espectacular, templos de hace 3.200 años. En ellos el poder faraonico, tuvo una gran obsesión en sus reinados, alcanzar la inmortalidad para conquistar la eternidad.
Hubieran corrido la suerte de otros templos, quedando sepultados al construirse la presa de Asuán, pero tras el llamamiento de ayuda por Egipto a la UNESCO, se desplazaron.
Se inició en 1.963 las obras, desmontando el templo, cortando los templos y las estatuas en bloques de 30 toneladas, numeradas y trasladadas más arriba en el lugar que ocupan hoy, para ser vuelto a reconstruir el templo, una obra monumental, que afortunadamente disfrutamos aún hoy en día.
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