Roberto Gonzalez
El hogar de los monjes de Mellifont
¡Vaya historia extraña la de esta abadía! Al parecer esta pequeña copia de la Roca de Cashel, fue propiedad de los monjes benedictinos, pero fue entregada a los monjes cistercienses de Mellifont Abbey en 1272 por David McCarvill, Arzobispo de Cashel, ya que una noche de tormenta soñó que los benedictinos se conjuraban para asesinarlo.
Así que los puso de patitas en la calle y se trajo a los cistercienses, que le eran más simpáticos. Dotó a la abadía generosamente con tierra, fábricas y otros edificios que hasta ese momento pertenecían a la ciudad, lo que hizo que sus habitantes se pusieran en su contra y en la de los monjes.
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