agarcigal
Restaurante: comida tradicional portuguesa
Aquí hemos comido dos veces en la escapada de finde, la única semana blanca que nos ha tocado vivir, marzo 2011. Tanto la comida de mediodía como la cena han sido extraordinarias. Hemos comido cochinillo al horno que estaba delicioso.¡Excelente sabor!¡Excelentes las patatas fritas caseras que le acompañaban!. El plato está muy completo, con los acompañamientos que lleva. Compartimos una ensalada que aliñamos con un aceite de oliva suave pero sabroso.Esta comida la hemos regado con un vino del Duero que nos recomendó el propietario: Quinta dos Aciprestes del 2007, que maridaba muy bien, y que estaba buenísimo.
En la cena tuvimos la oportunidad de degustar la lampreia, una esquisitez que recomiendo a quien no la haya probado. Completamos la cena con un bacalao al estilo de la casa: riquísimo. La acompañamos con un vino del Alentejo, excelente. Los postres, también muy buenos.
Es un lugar donde nos han atendido muy bien y donde pensamos volver algún día. La relación calidad precio: muy buena.
En este buen restaurante hemos comido dos veces durante la escapada de "finde", en la única "semana blanca" que nos ha tocado vivir: la segunda de marzo de 2011. Tanto la comida de mediodía como la cena han sido extraordinarias. Al mediodía cochinillo al horno, que estaba delicioso.¡Excelente sabor! Y también ¡Excelentes las patatas fritas caseras que le acompañaban!. El plato está muy completo, con los acompañamientos que lleva. Compartimos una ensalada que aliñamos con un aceite de oliva suave y muy sabroso.Esta comida la hemos "regado" con un vino del Duero que nos recomendó el propietario: "Quinta dos Aciprestes" del 2007, que maridaba muy bien, y que estaba buenísimo.
En la cena tuvimos la oportunidad de degustar la lampreia, una esquisitez que recomiendo a quien no la haya probado. Continuamos con un bacalao al estilo de la casa: riquísimo.Ambos manjares los acompañamos con un vino del Alentejo, excelente.
Los postres, también muy buenos.
La relación calidad precio: muy buena.
Es un lugar donde nos han atendido muy bien, donde hemos disfrutado y donde pensamos volver algún día.
Es un lugar donde nos han atendido muy bien y donde pensamos volver algún día. La relación calidad precio: muy buena.
En este buen restaurante hemos comido dos veces durante la escapada de "finde", en la única "semana blanca" que nos ha tocado vivir: la segunda de marzo de 2011. Tanto la comida de mediodía como la cena han sido extraordinarias. Al mediodía cochinillo al horno, que estaba delicioso.¡Excelente sabor! Y también ¡Excelentes las patatas fritas caseras que le acompañaban!. El plato está muy completo, con los acompañamientos que lleva. Compartimos una ensalada que aliñamos con un aceite de oliva suave y muy sabroso.Esta comida la hemos "regado" con un vino del Duero que nos recomendó el propietario: "Quinta dos Aciprestes" del 2007, que maridaba muy bien, y que estaba buenísimo.
En la cena tuvimos la oportunidad de degustar la lampreia, una esquisitez que recomiendo a quien no la haya probado. Continuamos con un bacalao al estilo de la casa: riquísimo.Ambos manjares los acompañamos con un vino del Alentejo, excelente.
Los postres, también muy buenos.
La relación calidad precio: muy buena.
Es un lugar donde nos han atendido muy bien, donde hemos disfrutado y donde pensamos volver algún día.
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