Un lugar para descubrir
Un grupo de compañeros de facultad habíamos quedado para comer y reunirnos por unas horas. El sitio elegido, el restaurante A Pesquería do Tambre. Allí nos dirigimos desde Santiago de Compostela, media hora de trayecto. Al llegar, y eso que el día no era bueno, la impresión fue grande: el río Tambre pegado al restaurante (que luego resultó ser un hotel de naturaleza), varios edificios magníficamente rehabilitados y unas instalaciones modernas y muy cuidadas.
Como curiosidad decir que estos edificios son una antigua central hidroeléctrica construida por el arquitecto Antonio Palacios.
La comida resultó excelente y la atención de los chicos del hotel/restuarante inmejorable. Nos dejaron un saloncito para tomar unas copas postcomida de lo más acogedor.