¡Riquisimo!
Sinceramente no sabria con qué quedarme, nosotros pedimos para tres tortilla de patata, pulpo (delito no pedirlo en galicia) zamburiñas y unos chipirones encebollados ¡estaba todo de muerte y los platos de tamaños perfectos!
Totalemente recomendable, especialmente las zamburiñas que tenian una especie de salsa boloñesa que probablemente te sepa a poco.
La terraza tiene vistas a un bosque verde y tranquilo que da un ambiente a la comida muy especial.
Se encuentra en Ortigueira yendo de camino a la praia de Morouzos pasado el pequeño pueblo de Carmona.
Si te apetece charlar, el dueño no dudará en charlar un rato contigo, muy simpático y cercano. Experiencia de 10.