El Templo del Estanque de Lotos
Ubud es conocida en toda la isla como la Aldea de los Pintores. En la década de 1930 la familia real promovió el amor por las artes, de tal manera que intelectuales y artistas nacionales y extranjeros fueron al entonces pueblo a encontrarse con la verdadera Bali. Ahí nació el afán común por conservar las tradiciones y el acervo cultural balinés.
Uno de los artistas que llegaron allí fue I Gusti Nyoman Lempad, y fue el que construyó este templo, que parece más antiguo de lo que es, por encargo del príncipe de Ubud en honor a la diosa de la Sabiduria, la Enseñanza y las Artes, Saraswati.
La escenografía es una maravilla, ya que el estanque de lotos que lo precede es una auténtica obra de arte, con chorros de agua en forma de gnagas que refleja el conjunto de una manera mágica.
También podemos ver los vestidos de Rangda y Barong que se usan en las representaciones del teatro que tienen lugar cada noche en la antesala del templo.
No es un recinto grande, pero está lleno de detalles que llaman nuestra atención, como la montaña de ofrendas que un gato hambriento ( o un dios travieso encarnado en él) acaba tirando por las escaleras, o las preciosas figuras que encarnan a los mil dioses de la religión hinduista en su particular versión balinesa.
Normalmente el templo no está abierto, excepto a unas horas determinadas. Hay que entrar por el lado derecho y guardar estrictamente las normas de respeto, como llevar el sarong y la faja.
Aunque parezca que no hay nadie, el respeto se debe a las costumbres establecidas, y eso es válido para todos los templos de Bali. Puedo garantizar, que respetar e imitar sus costumbres es algo que los balineses agradecen profundamente y no es extraño que nos observen y sonrían cuando ven que lo hacemos.


