albertoloyo
Amabilidad de los monjes que habitan el monaterio
Siguiendo la garganta de Aoos desde Konitsa nos encontraremos con este monasterio habitado por dos monjes. Desde el pueblo son casi dos horas siguiendo el cauce del río, por un sendero casi llano, que solo en la última parte del trayecto tira hacia arriba.
Los monjes, pese a no hablar inglés, me resultaron muy entrañables, invitándome a pastas.
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