Comer en Praga es comer en una influencia alemana, austriaca y centroeuropea. Es una gastronomía de contrastes, de sabores diferentes, de cuchara. En los restaurantes de Praga donde se sirve comida típica del país verás nombres que te resulten extraños, pero que están buenísimos. Por ejemplo, el pražská šunka es el jamón de Praga. De sus delicias más demandadas. Otra delicia es el husí játra na cibulce, hígado de oca con cebolla.
Las sopas, sobre todo con el frío invernal, son muy típicas en los lugares donde comer en Praga. La sopa nacional, además, es un plato muy saludable a base de verduras.
Para los estómagos con aguante, hay platos más fuertes cuyo ingrediente principal es la carne. Seguro que te suena el goulash o los platos de carne de res, muy apreciados. Para cenar en Praga hay cosas más ligeras como las ensaladas o pescado, aunque es menos común en la gastronomía checa.
También encontrarás lugares donde comer en Praga que no sean de comida típica del país. Pizzerías, comida alemana, francesa… Aunque es cierto que ya que estas en la ciudad es mejor disfrutar de sus peculiaridades.
Sobre las mejores zonas donde comer o donde cenar en Praga, en la zona centro es donde se reúnen los restaurantes más típicos. ¡Y las cervecerías!, donde también se come de vicio.