Los pueblos más bonitos de España

En la Sierra de Gata, Extremadura, hay un enclave rural de menos de 100 habitantes que es un grandísimo ejemplo de la historia paralizada en localidades tan pequeñas y encantadoras. En Robledillo destacan su arquitectura popular hecha de barro, pizarra o adobe y la naturaleza virgen que salpica el pueblo en forma de bosques y cascadas. Descubrirás también el museo del aceite, donde enseñan cómo se producía antaño este aderezo tan típico en las mesas de España. Y no dejes de pasar por la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o por la Tienda Bodega, una antigua bodega de vino convertida en tienda de productos típicos. Es un buen sitio para el senderismo en palabras de WillyFog: “Desde aquí podremos emprender excursiones a varios pueblos de la zona. Como una excursión interesante puede anotar un paseo hasta el cercano pueblo de Descargamaría que está a apenas 3-4 kilómetros”.

Se encuentra en Aragón, en la comarca de las Cinco Villas y a poco más de una hora de Zaragoza capital. Si buscas pueblos con encanto en Zaragoza Uncastillo es parada obligatoria por su larguísima historia, ejemplo de ello son Los Bañales, yacimiento arqueológico con los restos de una ciudad romana. Pero no se queda ahí, la Fundación Uncastillo lleva años revitalizando su patrimonio y así puedes visitar la Iglesia de Santa María, del siglo XII y una gran representante del arte románico o el Museo de la Torre, ubicado en la Torre del Homenaje de la fortaleza de Uncastillo, para conocer este edificio del siglo XIII y sobre el que SerViajera comenta: “Mención aparte merece la espectacular vista panorámica que se disfruta de la parte más alta de la torre, lugar al que se llega por medio de una escalerilla no apta para los que sufren de vértigo”.

Sin salir de Aragón, aunque casi en la frontera con Valencia, en una montaña a 1000 metros de altura se asienta Rubielos, localidad medieval de 600 habitantes y apodada el ‘Pórtico de Aragón’ porque, en efecto, podrás ver el Portal de San Antonio, una de las siete puertas (junto a la del Carmen son las únicas que siguen en pie) de la fortaleza que rodeaba al pueblo. Luego, en Rubielos encontrarás muchísimas casas solariegas adornando las calles, entre las que destaca la Casa Consistorial y la ex colegiata de Santa María la Mayor, donde verás un retablo gótico del siglo XV sobre la que Dónde Vamos Eva dice: “Mezcla de estilos, entre ellos gótico y barroco (...), está encajada en la bonita plaza del sol (...). Imprescindible el museo que hay en su interior y disfrutar de la tranquilidad de la plaza y su entorno”.

Esta localidad es para ti si quieres conocer los pueblos más bonitos del sur de España. Elda comenta: “Caminar por las calles de Mojácar pueblo es un sueño. El color blanco, las flores de las fachadas y la vista al mediterráneo es una delicia para cualquier viajero”. Recorre esas calles estrechas para conocer los distintos miradores y las playas de Mojácar, distribuidas en los 17 kilómetros de costa de Mojácar, uno de los pueblos costeros más bonitos de España; una de las más especiales es la cala del Sombrerico, llena de formaciones volcánicas impresionantes y que, por lo mismo, requiere un cuidado especial, ¡visitala con cariño y disfrútala! Luego, sobre su patrimonio urbano son imprescindibles el Castillo de Mojácar, la Plaza del Parterre o la Iglesia Parroquial de Santa María.

De vuelta a Aragón, llegamos a una hermosa localidad sobre el río Matarraña. El pueblo se divide en dos: al sur del río, donde vive la mayoría de la población y al norte, donde está el casco histórico y buena parte del atractivo de Valderrobres. Allí se hallan el Castillo de Valderrobres y la Iglesia de Valderrobres, ambos con estilo gótico son únicos en su comunidad y una referencia para todo Aragón. Ignacio Izquierdo nos cuenta: “Desde la orilla enfrentada del río, un precioso puente de piedra cruza el espejo en que se refleja para adentrarte en un pueblo medieval lleno de callejuelas de piedra de los que te apetece reconocer cada recodo”. Valderrobres es parada imprescindible para conocer los pueblos con encanto en Teruel.

Está a menos de dos horas de la capital y es uno de los pueblos con encanto cerca de Madrid. Ha sido habitado desde la época de la Antigua Roma, pero vio su esplendor en el siglo XV y hoy dan cuenta de ellos rincones como el Castillo de Pedraza, que además es un museo dedicado a la obra de Ignacio Zuloaga; o la Cárcel de la Villa. Su máxima atracción es la Plaza Mayor de Pedraza, famosa por ser una amalgama de estilos y periodos históricos sobre lo que SerViajera comenta: “Porticada, por dos lados la rodea una recova cuyas columnas, todas diferentes y de distintos estilos, provienen, según cuenta la tradición, del castillo. Cierra otro de sus laterales la Iglesia románica de San Juan Bautista”. Y aprovecha para disfrutar de los alrededores de Pedraza y de la provincia, con una visita guiada por la Judería de Segovia o visitando espacios como la Cueva de la Griega, llena de grabados del paleolítico.

En Aragón, a medio camino entre Barcelona y Zaragoza, se encuentra Calaceite, un pueblo con una historia muy rica, pues ha sido habitado desde la Edad de Bronce, prueba de ello son los asentamientos antiquísimos a sus alrededores, como el Poblado de San Antonio, datado  en el siglo V a.C. Por otro lado está el Museo Juan Cabré, ubicado en una casona del siglo XVIII habla sobre la arqueología e historia del pueblo. Al caminar por las calles de Calaceite verás rincones como la Plaza Mayor de Calaceite, la Iglesia de la Asunción o los que recomienda ANADEL: “Tenéis que pasear por la calle Mayor, la Plaza de España, y la calle Maella hasta la capilla de San Antonio de Padua. La Iglesia parroquial es impresionante, una pena que sea tan estrecha la calle de acceso a esta, ya que no permite admirarla en toda su magnitud”.

En la provincia de Teruel encontrarás Puertomingalvo, un pueblo ubicado dentro del Parque Cultural del Maestrazgo y rodeado de un paisaje natural típico de la Serranía del Maestrazgo con sitios como la Cascada del Arquero. Solo su ubicación lo hace digno de una visita, pero su patrimonio tiene un atractivo sin igual con rincones como el edificio del Ayuntamiento o el Castillo de Puertomingalvo. Toprural comenta: “La vista de esta localidad, situada a más de 1.400 metros de altitud, es de las que no se olvidan fácilmente. En su extremo se alza el castillo, en el centro, la monumental iglesia del siglo XVI y a lo largo de las calles verás hermosos caserones”.

Se asienta junto al Cantábrico y es uno los pueblos más bonitos del norte de España, a menos de media hora de Santander es una localidad vibrante por su amplísima historia, que se remonta hasta hace 15000 años. Tiene espacios alucinantes como la Colegiata de Santillana del Mar o la Torre del Merino, enmarcadas en calles medievales y balcones cubiertos de hermosas flores. Luego, este pueblo alberga el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira y salas de exposiciones que nutren la vida cultural de Santillana. Gonzalo Moreno recomienda: “El paseo que no puedes dejar de dar, es el que te lleva por la calle principal hasta los dos Paradores. No dejes de comprar una latita de anchoas en "La Vaca", una tienda genial de productos típicos”.

Uno de los pueblos con encanto en Castilla-La Mancha. Es parte de la ruta de los Pueblos Negros, gracias a su arquitectura popular donde protagonizan la piedra y la pizarra, dándole al pueblo un atractivo sin igual. Conoce la historia de la arquitectura del pueblo en el Museo Etnográfico de Valverde de los Arroyos y descubre la hermosa Plaza de María Cristina. Francisco Dominguez Penis dice de Valverde: “La pizarra forma parte del paisaje, tanto en los techos como en las paredes, al igual que en muchas de sus calles, donde la utilizan para crear pequeños surcos por donde se desliza el agua. Lo visitamos un día gris y la llovizna era incesante, lo que ayudaba a darle un aspecto aún más encantador al pueblo”. Y no te pierdas espacios naturales como la Chorrera de Despeñalagua, una cascada de más de 100 metros.

Esta es una de las joyas que ver en la Comunidad Valenciana, Peñíscola es una mezcla perfecta entre naturaleza, turismo e historia, ideal para viajeros que buscan saborear un poco de todo durante las vacaciones. Lo primero que verás en la ciudad es el Castillo de Peñíscola, una fortaleza del siglo XIV que se alza sobre las casas y edificios blancos más modernos y que contrastan y se funden con las calles laberínticas del trazado medieval de su casco antiguo. Manushe recomienda: “Recorrer sus calles tranquilamente, visitando los rincones, como "el bufador" una entrada del agua del mar en la roca que sorprende en días de temporal lanzando chorros de agua en el mismo casco histórico”. No te pierdas sus increíbles playas y date un baño luego de haberte adentrado en el pasado medieval de este hermoso pueblo.

A una hora de Peñíscola llegarás a otro pueblo medieval imprescindible si visitas Valencia. El Castillo de Morella se alza sobre el pueblo y su muralla de dos kilómetros, con dieciséis torres y seis portales termina de conformar esta increíble estampa. Luego, conoce monumentos como el Convento de San Francisco, que en su interior alberga hermosas piezas de arte y es, además, la entrada al Castillo. En su casco antiguo verás rincones como la Judería y rincones que enamoran, como lo hicieron con SerViajera: “Te tientan las espectaculares tiendas de productos artesanales. Trufas en conserva, aceites de oliva, quesos, cuajada, requesón, el famoso ‘Flaó’, una empanadilla deliciosa, chocolates, una increíble gama de dulces elaborados con almendras”. Aprovecha esta excursión a Morella y Peñíscola desde Valencia para conocer dos hermosos pueblos medievales en un día.

Un pueblo en el que hemos parado muchísimas veces en trayectos desde o hacia Madrid, para estirar las piernas o comer un bocata en la estación de servicio, sin embargo, ¡quedarse con que Medinaceli no es más que esto es un pecado! Se trata de un pueblo lleno de encanto medieval que funciona como máquina del tiempo al recorrer sus calles y que te atrapa desde su Arco Romano, construido en el siglo I y desde entonces entrada del pueblo, hasta rincones como la Ermita del humilladero de Medinaceli, el Palacio Ducal de Medinaceli, de estilo renacentista o la Plaza Mayor de Medinaceli, antaño un foro romano. occilis comenta: “Su arco romano es único, su bonita Plaza Mayor ( a la que creo que no le sacan ningún partido) y concretamente el edificio de la Lonja alberga el Aula arqueológica que por un módico precio casi simbólico te acercará un poco a la orígenes de la localidad”.

Este pueblo cuenta con una ubicación geográfica privilegiada, está rodeado por el embalse de Linares y junto al páramo de Ayllón, esto junto a la antigüedad de la villa la hace perfecta para pasar un día en familia en un hermoso pueblo medieval. Descubre el recinto amurallado de Maderuelo y su casco histórico declarado Bien de Interés Cultural o la Plaza de San Miguel, nada más entrar al pueblo, ANADEL comenta sobre esta plaza que “es el rincón que mejor ha conservado la atmósfera medieval, con estilos originales románicos y góticos”. Si viajas en verano, no te pierdas de un baño en el Pantano de Maderuelo, actividad típica de los locales.

En la provincia de Salamanca, inmerso en el Parque Natural de las Batuecas y Sierra de Francia está Mogarraz. Este aislamiento natural lo ha hecho conservar su arquitectura civil, de casas de piedra, adobe y madera, que hacen de una vuelta por su casco antiguo un verdadero deleite. Por otro lado, es un pueblo muy celoso de su patrimonio, un gran ejemplo es el bordado serrano; y celoso de su gente, tanto que lo llaman ‘el pueblo de las mil caras’. Cuenta German Berrocal sobre Mogarraz: “Un pueblo típico de la sierra de Francia con los retratos de los lugareños colgados en las fachadas de sus viviendas (...) dando vida a los recuerdos y nostalgias de su pasado”. Aprovecha el paseo por Mogarraz para recorrer el Camino del agua, una ruta por la sierra que une este pueblo y Monforte.

La próxima parada es en Andalucía, un pueblo a más de 1000 metros de altura que ver en la provincia de Granada, se encuentra a poco más de una hora de Granada capital y se trata de una localidad llena de casas blancas y típicos tinaos de la Alpujarra que conserva el legado árabe de antaño. JMMCai recomienda para conocer Pampaneira “dejar el coche en los aparcamientos públicos que hay a la entrada del pueblo y perderse por sus calles, disfrutando de la arquitectura de sus calles y casas que han mantenido su aspecto de la época islámica y de sus bellas vistas de la Alpujarra granadina”. Descubre rincones como la Fuente de Chumpaneira y los montones de negocios locales dedicados a los productos típicos como telares y alfombras.

Este pueblo de la provincia de Cádiz conserva la herencia árabe de antiguos pobladores en sus casas blancas y en rincones como el Barrio de la Judería o la Muralla de Vejer. Ignacio Izquierdo comenta: “Los pueblos blancos son esa joya impresdincible de Cádiz y Málaga. Recorrerlos es adentrarse en callejuelas impolutas. Vejer es una de las mejores representaciones de esta arquitectura tan icónica de Andalucía, así que si pasas por Cádiz, intenta hacer un hueco para pasear sin rumbo fijo por la ciudad”. No te olvides de conocer la Parroquia del Divino Salvador que, construida sobre una antigua mezquita, demuestra la mezcla de culturas característica de Vejer. Y después de turistear, date un paseo por su hermosa costa y disfruta. ¡Conoce este pueblo y otro de los pueblos blancos más bonitos con una excursión a Vejer y Medina Sidonia desde San Fernando!

Se trata de uno de los pueblos encantadores que ver en Asturias, posee una belleza natural insospechada, con  rincones excelentes como la playa de Lastres o el Mirador de San Roque, con vistas que te darán ganas de quedarte siempre en el pueblo. Pero también es preciso recorrer su casco histórico y descubrir rincones fascinantes como nos cuenta Rafael VIlches: “Otros lugares para visitar (...), la parroquia de Santa María de Sábada, entre varios palacetes y casonas de indianos. A las afueras (...) es interesante la visita al Faro de Lastres, con espectaculares vistas sobre el litoral Cantábrico”.

Un pueblo también inmerso en la Sierra de Francia que ostenta una arquitectura y tradiciones producto del paso de las muchas culturas que lo han habitado. Estas culturas se mezclan y dejan ver en la calles del pueblo en rincones como la Plaza de La Alberca o sus casas con calles a modo de judería. Luego, si buscas lo natural pasea por el Valle de las Batuecas y encuentra paisajes inolvidables. Si tienes suerte, podrás disfrutar de tradiciones curiosas como el Marrano de San Antón, como lo hizo Almudena: “Se trata de tener un cerdo suelto por las calles del pueblo que es alimentado por los vecinos y por los múltiples turistas que visitan este pueblo, incluso por la noche en invierno algunos vecinos le dan cobijo”.

Este pueblo de la provincia de Segovia es otra localidad que ha visto y sido parte de la mezcla de culturas tan característica de los pueblos españoles. Por allí han pasado desde celtíberos hasta árabes, quienes dejaron monumentos como lo que hoy es la torre La Martina. Por otro lado, se puede apreciar el Arco, la única que sigue en pie de las tres puertas que daban acceso al pueblo o el Palacio de los Contreras, una construcción de estilo gótico justo al atravesar el Arco. Otros rincones que recomienda toprural son: “la plaza Mayor con soportales bajo sus casonas blasonadas y la iglesia de San Miguel, que esconde una buena colección de sepulcros”. Ayllón es, sin duda, uno de los pueblos con encanto cerca de Madrid que no te puedes perder.

Sobre una especie de pequeña cordillera en Tierra de Campos en Valladolid se halla Urueña, declarada Conjunto Histórico Artístico por ser una de las villas medievales mejores conservadas de la provincia como nos cuenta Lala: “La villa conserva su trazado medieval y está rodeada [por las] murallas de Urueña del siglo XII-XIII íntegramente conservadas. En ella hay varios cubos y torreones, y estaba unida a un castillo, del que sólo se mantiene su perímetro y la Torre del Homenaje”. Descubre la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada y las actividades culturales del pueblo, pues Urueña es una villa del libro, por lo que verás muchas librerías en sus calles que buscan fomentar el turismo a través de lo literario.

Un grandísimo ejemplo de la belleza manchega y pueblo fundamental que ver en la provincia de Albacete. El pueblo recibe a sus habitantes y a los turistas con las imponentes vistas del Castillo de Alcalá Del Júcar, monumento de arquitectura islámica que, junto a la Iglesia de San Andrés, ubicada muy cerca del Puente de piedra, hacen de Alcalá un paisaje de cuadro. La esencia árabe se siente en todo el pueblo con espacios como las Cuevas del Diablo, las casas excavadas en la montaña o la Cueva del rey Garadén. ¡Este destino encanta a viajeros como sala2500! Nos cuenta:  “Un enclave digno de las mejores panorámicas, un río para bañarse, castillo y puente con historia, cuevas con encanto, excursiones y rutas para senderistas, buena comida, alojamiento de sobra y precios muy asequibles”.

Ya casi llegamos al final de nuestro recorrido con una localidad espectacular y de paisajes de ensueño. Se trata de Frías, en la provincia de Burgos y a orillas del río Ebro es la ciudad más pequeña de España y una de las más antiguas, pues su historia comienza en la segunda mitad del siglo IX. Es un pueblo para caminar con tranquilidad y descubrir poco a poco, SerViajera nos lo cuenta: “A medida que trepas por sus callejuelas estrechas y empinadas a donde asoman casas de arquitectura muy sencilla con claros vestigios medievales, te sumerges en un ambiente de otro tiempo. Frías se camina en un rato, el que lleva llegar hasta la iglesia de San Vicente”. En ese paseo descubrirás su patrimonio en el Puente Medieval de Frías o en las Casas Colgantes, un desafío constante a la gravedad.

Un pueblo de poco más de 700 habitantes en la provincia de Teruel, ya muy cerca de Castellón. Está ubicado a 1300 metros de altura en una montaña caliza. La naturaleza es fundamental y desde aquí se pueden hacer rutas hermosas de senderismo y BTT que, además, siguen el Camino del Cid. Es un pueblo medieval que ha funcionado como base militar en muchas ocasiones, hoy, por ejemplo, se puede visitar el Museo de las Guerras Carlistas, y otras joyas como la Plaza del Ayuntamiento o la Iglesia de la Asunción. Un pueblo muy completo en palabras de sala2500: “unas casas con mucha historia en sus muros, exquisitas panorámicas, un lavadero público de los que ya no quedan, un museo excepcional, una cava muy bien conservada (antiguos heladeros), preciosos miradores”.

Un pueblo a más de 1000 metros de altura, una localidad medieval sin igual. Albarracín tiene un hermoso casco histórico donde verás monumentos como la Plaza Mayor, construida sobre un antiguo foso rellenado en el siglo XI. Desde allí puedes llegar a la Iglesia Catedral de Albarracín, con estilo renacentista y una hermosa torre del campanario y, junto a ella, están el mirador y unas preciosas vistas de Albarracín, que esconde lugares curiosos y emblemáticos como la casa Julianeta, ejemplo de la arquitectura típica basada en aprovechar el espacio y adaptarse a la superficie. SerViajera nos habla sobre sus calles: “En alguna callecita estrecha que baja tortuosa, hay pequeñas plazoletas que se abren sobre el abismo desde donde casas de arquitectura más popular parecen colgar”.