Descubriendo los rincones menos conocidos de la arquitectura gironesa
Girona esconde rincones arquitectónicos que a menudo pasan desapercibidos, pero que revelan su rica historia y cultura. La Pujada de Sant Domènec, un encantador camino empedrado, conecta la ciudad con el monasterio de Sant Pere de Galligants, donde la arquitectura románica destaca por su sobriedad. Un poco más distante, el santuario Mare de Déu del Mont ofrece vistas impresionantes y una historia fascinante. También merecen atención la Iglesia de Sant Feliu con su mezcla de estilos y los baños árabes, un legado claro de la influencia musulmana en la región. En el Call Jueu, las estrechas calles cuentan historias de los antiguos habitantes de la comunidad judía. Las casas colgantes, sobre el río Oñar, añaden un toque peculiar al paisaje, mientras que la Iglesia del Sagrado Corazón y la Catedral de Santa María muestran la riqueza del neogótico y del gótico tardío, respectivamente. Estos lugares, aunque menos concurridos, son tesoros que permiten experimentar la esencia de Girona.
Girona se revela como un escenario donde la historia y la leyenda se entrelazan en cada esquina. Al recorrer sus calles, desde los antiguos baños árabes hasta la imponente catedral, se descubren joyas ocultas que narran el legado de una ciudad rica en tradiciones. Los rincones menos conocidos, como el Monasterio de Sant Pere de Galligants y las casas colgantes, aportan un encanto singular que invita a seguir explorando este magnífico destino.