Excursión a las ruinas de Ingapirca

Te irán a buscar a tu alojamiento, desde donde saldrás en dirección norte hacia la localidad de Alausí. Llegarás hasta esta ciudad para hacer un viaje de 90 minutos a bordo del ferrocarril transandino. En el tren bajarás por la Nariz del Diablo, un impresionante tramo montañoso con un camino repleto de pronunciadas curvas. Mientras avanzas hasta tu destino en Sibambe experimentarás un notable desnivel en poco más de una decena de kilómetros.

Después de bajar del popular ferrocarril seguirás el camino utilizando una de las carreteras de la zona tomando rumbo sur hasta el valle del Cañar. Allí encontrarás las ruinas de Ingapirca, un espectacular conjunto histórico, el de mayor tamaño del país, de un valor incalculable para la arqueología por el excelente estado en el que se encuentra.

En el yacimiento aprenderás el papel que desempeñaba este complejo en todos los aspectos de la vida inca y cañarí; en él se llevaban a cabo desde oficios religiosos hasta actividades políticas o burocráticas. Sabrás de primera mano cómo se vivía en el Ecuador prehispánico a través de la historia que respiran estas construcciones.

En esta zona llamará tu atención el llamado Templo del Sol, que se levanta sobre una parte elevada del terreno. Se trata del castillo de Ingapirca y es una torre con una estructura en forma de elipse que se empleaba para eventos de todo tipo y especialmente para actividades, investigaciones y ritos relacionados con la astronomía, muy desarrollada en las culturas precolombinas. Dando unos pasos más alcanzarás la Cara del Inca, una curiosa piedra que parece reproducir el perfil facial de una persona. ¡Es impresionante!

Después visitar esta enigmática maravilla natural podrás profundizar aún más en la historia de estas culturas y el día a día de sus habitantes a través de las exposiciones del museo local.

A continuación, volverás a tu alojamiento en Cuenca tras terminar el recorrido por Ingapirca con una nueva visión sobre el pasado de Ecuador.